lunes, 24 de marzo de 2014

Entre Conductismo y Competencias Básicas

Se ha aprobado recientemente el RD que ordena el currículo  para primaria a nivel estatal y ahora serán las comunidades autónomas las que lo concreten. Este tipo de normativa sirve para expresar cada uno de los aspectos vinculados a la enseñanza- aprendizaje en los centros: objetivos, contenidos, competencias, procesos, evaluación etc. y establecen unas normas básicas que organizan la educación en todo el Estado. Esta sería la parte explícita del currículo, pero la parte implícita del mismo también establece, entre otras, las interacciones del proceso enseñanza aprendizaje, es decir, señala a los protagonistas en el mismo.
En nuestro haber histórico tenemos modelos educativos  que respondían a las demandas y los conocimientos pedagógicos de cada época, basados en los contenidos, en el profesor, en el alumno y actualmente en el resultado o competencias básicas.

Sin intención de profundizar por no hacer extensa la entrada me gustaría dejar entrever la delgada línea que separa conductismo y las competencias básicas en educación , si se ignora obtendremos el mismo modelo educativo, eso sí, con la cara lavada, de finales del XIX.

Comienzo señalando las características más destacadas del conductismo donde se colocaba al docente como protagonista del proceso y el alumno como sujeto pasivo.  Nos sonará porque es en el que nos hemos educado la gran mayoría, Pavlov, Watson, Skinner son algunos de sus teóricos. Nace en el siglo XIX . La finalidad de este modelo es que el docente condicione a los alumnos para lograr una serie de conductas o resultados. Los alumnos solo reciben aprendizajes y hacen elecciones,  las consideradas correctas se refuerzan (con una calificación, una medalla, etc). Reitero el dato clave: se centra en el resultado. Yo lo llamo el modelo antigripal, no cura, pero palia los síntomas, no importa el proceso ni la diversidad, lo único que importa es lograr unas determinadas conductas observables. Continuando con el símil del antigripal, quizá los síntomas de la gripe escondan otro tipo de enfermedades en el cuerpo (neumonía), pero eso no es importante, el conductismo ataca a lo observable y se olvida del origen y del proceso. Este modelo se ha ido superando en la gran mayoría de países por razones obvias siendo además excesivamente rígido y excluyente, además mata la creatividad, algo esencial en nuestros días ya que nuestros alumnos en una sociedad tan cambiante están obligados a adaptarse y crear nuevas formas de vida que ahora ni imaginamos. Debemos prepararles para ello y de allí surge en modelo actual centrado en Competencias Básicas en Europa. Es cierto que el conductismo sigue vigente en diferentes terapias de modificación de conducta en el mundo infantil por ejemplo el famoso método estivill para que duerman los niños/as, era muy eficaz, los niños dormían, y ahora está logrando nutrir los gabinetes psicológicos infantiles por casos de ansiedad y angustia. Sí, eficaz es, pero ¿a qué precio?

Llegamos al siglo XXI y el modelo educativo que se propone señala como protagonista del acto educativo a las Competencias Básicas, países Europeos tienen este modelo pero ya sabemos Spain is different y de allí mi temor en no encontrar la línea que separa uno de otro. En otros lugares Europeos la reflexión parte, como anunciaba anteriormente, de las nuevas demandas sociales, de las necesidades del mundo laboral etc, vienen acompañadas de modelos de perfil docente con formación suficiente y exigente con la convicción de que el profesorado es clave si se quiere que el cambio educativo en las aulas se produzca. En España no necesitamos tanta reflexión, necesitamos que mejoren nuestro orgullo nacional en pruebas internacionales y por ello, el análisis que se desprende del nuevo modelo curricular adaptado a la LOMCE se resumen en tres palabras: Mejorar resultados PISA.

El peso curricular recae en los llamados “estándares evaluables de aprendizaje” gran parecido sin duda tiene con las conductas observables del conductismo  y de allí que en el RD de mínimos aprobado, muchos de los estándares de aprendizaje tengan un parecido, diría yo más que casual, con los llamados “programas renovados de la EGB (1981). 

¿Cuáles son las líneas que señalan las diferencias entre uno y otro modelo?  Esta pregunta es clave para ponerle solución al tema y clarificar a los centros el modelo educativo a desarrollar. En la próxima entrada ahondaré en ellas pero ya sabéis admito dudas, discrepancias y sugerencias para el debate.


Por Silvia Mellado

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